Los toros de los Espartales, mansos y sin trasmisión se dejaron torear por Diego Ventura, cortandole una oreja a su segundo. El juli le saco una buena faena a un invalido que debería haberse devuelto. En el quinto un jabonero al que le toreó con mucho gusto a arte perdio los trofeos al fallar con la espada. Urdiales perdió los trofeos al fallar con la espada.
Mala mala la corrida de Alcurrucen y el Cortijillo, descastados algunos, mansos otros y complicados todos. Ferrera se fajó con el primero y consiguió los aplausos del publico en varias ocasiones, recibiendo una ovación al terminar la faena. Con el cuarto del Cortijillo poco pudo hacer salvo someterlo por abajo hastá que se rajó. Urdiales poco pudo hacer con su primero, un toro muy complicado que tiraba derrotes y reponia. Al quinto le hace una faena de sometimiento arrancandole lo poco que tenia el toro a base de muletazos de uno en uno en los que salia por arriba tirandio derrotes permanentemente. Ginés Marín se las vió quizá con el peor lote, en especial con el que cerraba plaza, un manso de libro que recorrió la plaza en varias ocasiones.
Los toros de Garcigrande, Domingo Hernandez y el de Buenavista bien presentados dieron un juego irregular en el albero. Castella no pasa por el mejor momento o bien no le gustó el movimiento en los corrales, ya que en el sorteo le tocó torear uno de Buenavista. Se le vió sin ganas, rematando una de las faenas con un bajonazo. A Alvaro Lorenzo se le fue el segundo con las orejas al desolladero y con el quinto no terminó de ajustarse. Ginés Marín si bien se encontró con el mejor lote, le puso ganas y arte a las dos faenas, siendo premiado con una oreja en el tercero y ante una muy fuerte petición de la oreja en el que cerraba plaza, esta le fue negada por el presidente, robandole así la puerta grande. Mal andamos en la fiesta cuando los presidentes se saltan el reglamento, convirtiendose en los protagonistas de la corrida. A todo esto añademos la bochornosa actuación de los mulilleros, retrasando el arrastre del toro, tarea que les costó hasta tres veces para conseguir el enganche. De juzgado de guardia.
Los toros de las Ramblas bien presentados, bravos en en el caballo, pero complicados en los capotes y mueletas, si a esto le añadimos el viento permanente, pueden sacar las consecuencias. Morento de Aranda, poco o casi nada pudo hacer con los dos toros que le tocaron en suerte. Del Alamo fue el único que salvo la corrida, estuvo muy firme con los dos toros, aplicandoles series de mucha importancia, tal y como estaba la tarde, recibiendo ovaciones al terminar ambas faenas. Tomás Campos le puso todo el valor posible en las dos faenas, siendo cojido en dos ocasiones en el tercer toro, de forma angustiosa sin mayores consecuencias.
