MADRID 5 DE OCTUBRE. DIEGO URDIALES SALVA LA TARDE Y LA FERIA DE OTOÑO.

Tenia que venir un excelente torero como Diego Urdiales,  a salvar la feria de Otoño. Ayer los aficionados se preguntaban, que como es posible que un pedazo de torero como lo es Urdiales toree tan poco, como no está anunciado en todas las ferias, como en la situación en la que se encuentra la fiesta puede seguir habiendo empresarios con unas miras tan cortas, estando al servicio de 6 u 8 ganaderos y otras tantas figuras del toreo. Si no fuera por la tarde de ayer, esta feria de Otoño sería para olvidar y quizá rezar, aquellos que sean creyentes, para que no se vuelva  repetir y en gran parte debido a los toros que han pasado por el albero y también, porque no, a toreros que se apuntan a ganaderías comerciales, cuando se han ganado el sitio con otro tipo de toros. Destacar la gesta de Abellan que  quedó en eso, en una gesta. Los toros de Adolfo Martín, todos bien presentados por delante, pero con poco peso, dos de ellos cornipasos, dieron buen juego, en especial el segundo y el sexto. Uceda Leal se apuntó a los Adolfos y la cosa no le salio bien, así y todo dejo tanto con el capote como con la muleta buenos detalles a los que nos tiene acostumbrados. Serafín Marín no acabó de acoplarse con el tercero, pero sería en el sexto donde la firmeza y el valor le llevó a recetarle unas buenas series con la muleta, rematadas con una estocada que mecieron la oreja que le concedió el presidente. Diego Urdiales se crece con este tipo de toros, donde demuestra todo el saber y le arte que lleva dentro. La suerte le deparó un buen toro, el segundo al que le realizó una faena de poder a poder con un  toreo exquisito, fajándose con el y arrancándole varias series con la muleta que pusieron de acuerdo a tos los aficionados, que prácticamente llenaban la plaza. Con una  estocada en todo lo alto remató la faena, paseando una oreja entre fuertes aplausos. Al quinto de la tarde que fue devuelto le sustituyó uno del Puerto de San Lorenzo, manso de libro y sin fijeza, imposible de torear por mas que Diego lo intento. Terminó la feria y nos queda el recuerdo de la faena de Urdiales, la faena de Serafín Marín en el sexto, la novillada sin picar de la mañana,  en la que tres jóvenes novilleros se disputaban el premio, resultando ganador José Aguilera. Poco mas se puede decir en positivo de esta feria de Otoño, tan solo esperar que los empresarios hayan tomado buena nota y no vuelvan a cometer los errores que han cometido en esta feria.