LAS VENTAS 27 DE MAYO. MACHADA DE JOSELITO ADAME.

Los toros del Toreo, feos y sin trapio, nunca deberían de haber venido a Madrid. Francisco José Espada que tomaba la alternativa, estuvo aseado con el único toro que toreó, ya que sería cogido al entrar a matar. Pasó a la enfermeria con pérdida de conocimiento, siendo trasladado al hospital de San francisco de Asis.  Ginés Marín no tuvo  suerte con el lote. Su primero no remataba y el quinto reparado de la vista no permitía la faena. Adame vino a Madrid con todas las ganas, se peleó con dos toros que tenian mucho que torear, en especial  el que cerraba plaza con  el que se la jugó en varias ocasiones, pero Adame buscaba la oreja como fuera. Al perfilarse para entrar a matar tiró la muleta, dejando una estocada en todo lo alto, siendo cogido y quedando debajo del toro que cayó fulminado. La plaza pidió con fuerza la oreja que sería concedida por el Presidente.