LAS VENTAS 6 DE JUNIO. LOS TOROS DE ALCURRUCEN NO RESPONDIERON A LA EXPECTATIVA.

Los toros de Alcurrucen, bien presentados, en tipo pero de juego muy irregular, en general no quisieron ver a los caballos , midiendo en la salida y manseando en la faena de muleta, no permitiendo el lucimiento a los toreros. Abría cartel Ferreras que estuvo firme con el primero, dejando detalles con la muleta y siendo aplaudido al finalizar la tarea. En el cuarto, un toro complicado, se limitó a aliviar la faena. Perera ni tuvo toros, ni tuvo el mejor día. Con un primero que acudía al capote midiendo, que huyó de los caballos de picar y manseando en la muleta, la faena resultó imposible. Al quinto, parecido a sus hermanos en las primeras series, algo le debió de ver Perera que se fue al centro del ruedo a brindar a los aficionados, pero en la segunda serie ya el toro se vino a menos y la faena terminó sin pena ni gloria. Ginés Marín entendió bien a su primero, aplicándole varias series de importancia con la muleta, siendo premiado con una oreja de no mucho peso. En el que cerraba plaza poco pudo hacer con otro toro similar  en el comportamiento a la mayoría de los que saltaron al ruedo anteriormente. Guillermo Marín, picador y padre de Ginés Marín, fue aplaudido al picar al tercer toro. Ficha de la corrida: Ferrera, ovación tras dos avisos y silencio tras aviso. Perera, silencio tras aviso y silencio tras aviso. Ginés Marín, oreja y silencio.