Jun
06
Los toros de Garcigrande, Domingo Hernandez y el de Buenavista bien presentados dieron un juego irregular en el albero. Castella no pasa por el mejor momento o bien no le gustó el movimiento en los corrales, ya que en el sorteo le tocó torear uno de Buenavista. Se le vió sin ganas, rematando una de las faenas con un bajonazo. A Alvaro Lorenzo se le fue el segundo con las orejas al desolladero y con el quinto no terminó de ajustarse. Ginés Marín si bien se encontró con el mejor lote, le puso ganas y arte a las dos faenas, siendo premiado con una oreja en el tercero y ante una muy fuerte petición de la oreja en el que cerraba plaza, esta le fue negada por el presidente, robandole así la puerta grande. Mal andamos en la fiesta cuando los presidentes se saltan el reglamento, convirtiendose en los protagonistas de la corrida. A todo esto añademos la bochornosa actuación de los mulilleros, retrasando el arrastre del toro, tarea que les costó hasta tres veces para conseguir el enganche. De juzgado de guardia.